Ejemplo de anáfora


08-11-2017

La anáfora, proviene del latín "anaphora", consiste en la reiteración de un término o expresión al inicio de varias oraciones encadenadas que componen un párrafo o estrofa y es un recurso literario muy utilizado por los autores para darle cierto ritmo al texto.

anafora

Ejemplos de anáfora

Mira el viento que sopla en este valle
Mira el valle que bordea la montaña
Mira la montaña que sostiene la casa
Mira la casa que toca el cielo construida en la montaña

Busca el pájaro que vuela contra el viento
Busca la flor que florece en el valle
Busca el árbol que crece en la montaña
Busca la niña que crece en la casa construida la montaña

Nada te impide salir de la casa
Nada te impide correr por el valle
Nada te impide sobrevolar la montaña
Nada te impide vivir

El efecto que produce la utilización de la anáfora en un texto es parecido al de la aliteración. Los autores lo usan para llamar la atención del lector u oyente. El ritmo que se produce al repetir varias veces las mismas palabras al inicio de una frase produce un efecto de llamada de atención a la vez de facilidad en la lectura.

ejemplo de anafora

Analizamos en profundidad la anáfora

También llamamos anáfora a en un texto en el que se utilizan una o varias palabras que hacen mención a un tema referido anteriormente. En este caso el objetivo de la utilización de este recurso literario es el de no reiterar algunas palabras. Se pueden citar infinidad de ejemplos de anáforas utilizados en este sentido:

  • La niña se llama María, ella es hija de Pedro y Pilar
  • El pájaro desapareció en el horizonte, aquél ave nunca volvió a ser visto en la aldea
  • Una mesa pequeña y roja, eso es lo que necesito para mi habitación
  • Leímos el cuento en voz alta, lo leímos antes de dormirnos
  • Juan llevaba la mochila en la espalda, la llevaba sin darse cuenta del peso que sostenía sobre sus hombros.

Si revisamos textos literarios, podemos encontrar ejemplos de la utilización de este recurso gramatical en versos de grandes poetas como Quevedo, Miguel Hernández o Garcilaso de la Vega.

"Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano está rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada".

Estas líneas son parte de un poema de Miguel Hernández, escritor nacido en Orihuela (Alicante) el 30 de Octubre de 1910.