La inteligencia puede definirse como la competencia que tienen las personas para comprender el entorno que les rodea, identificar los problemas y saber elegir entre las opciones de las que disponen, la más favorable para solventarlos. Según lo descrito anteriormente, una persona es más inteligente cuanto mejor sepa interpretar los hechos que ocurren a su alrededor, mejor sepa reconocer las dificultades y contratiempos con los que se pueda encontrar y cuánto más rápido sepa encontrar y escoger la solución.
Tipos de inteligencia
Los expertos en el estudio de esta habilidad han distinguido varios tipos de inteligencia, las más conocidas son:
- Inteligencia espacial: poseen esta característica las personas que son capaces de visualizar de manera imaginaria lugares desde distintos ángulos, cambiando objetos de sitio o modificando el tamaño de las cosas. Es un habilidad que favorece las actividades que tienen que ver con orientarse hacia un lugar de terminado o encontrar la posición o la ubicación de algo, es una habilidad que favorece tareas como las que realizan los arquitectos, jefes de obra o decoradores de interiores. Hay personas que nacen con este tipo de inteligencia muy desarrollada pero los que no la tienen pueden mejorarla con algunos ejercicios o juegos que tengan que ver con estas habilidades.
- Inteligencia emocional: esta habilidad permite en general conocernos mejor y comprender nuestras emociones. El estado de ánimo de cada persona afecta constantemente a su comportamiento y a la manera con la que se relaciona con el entorno. Si no controlamos nuestro estado de ánimo podemos tomar decisiones equivocadas o precipitarnos a la hora de tomar alguna determinación. Este tipo de inteligencia afecta mucho a las relaciones interpersonales ya que las personas con una inteligencia emocional alta suelen tener una gran empatía hacia las personas que les rodean lo cual mejora la comunicación y el vínculo ya sea familiar o amistoso. Un ejemplo de inteligencia emocional, es ponerse en la piel de un amigo que te cuenta un problema, valorando el momento en el que se encuentra, su situación personal y ofreciendo ayuda y soluciones desde esa perspectiva.
- Inteligencia creativa: poseen esta aptitud las personas que son capaces de aprender de sus fallos y equivocaciones y parten de ellos para encontrar soluciones nuevas. Además no ven la crítica como algo meramente negativo si no como algo constructivo y por lo tanto escuchan con atención las opiniones de los demás. Son seres humanos a los que les gusta innovar y buscan a personas con agudeza y perspicacia para trabajar junto a ellas o simplemente como grupo de amigos.