Ejemplo de ironía


19-09-2017

La ironía es una idea que se transmite mediante la cual se quiere comunicar un mensaje distinto al que se pronuncia o escribe. Es decir, el emisor del mensaje pretende con su frase dar a entender algo totalmente diferente a lo que literalmente acaba de decir.

ejemplo de ironia

El objetivo de utilizar la ironía, es que el receptor del mensaje capte la idea correcta sin necesidad de ninguna aclaración y en la mayoría de los casos que la oposición de ideas sea recibida con humor. Veamos algunos ejemplos de ironía.

Una pareja de compañeros de piso que han decidido pasar la tarde haciendo una limpieza general de la vivienda y uno de ellos le comenta al otro:

Vaya plan bueno, divertido y barato que nos hemos buscado para esta tarde. Lo vamos a pasar en grande.

El compañero de piso que recibe el mensaje, entiende que la tarea a la que destinarán la tarde es tediosa y aburrida, todo lo contrario de lo que acaba de escuchar.

Una estudiante que se presenta a un examen sin prepararlo y convencido de que lo suspenderá afirma.

Me he pasado el último mes estudiando este examen 12 horas diarias, como mínimo sacaré un sobresaliente aunque me gustaría una matrícula de honor.

Si el emisor del mensaje cree que el receptor no va a comprender bien la idea que quiere transmitir, es preferible que explique brevemente su mensaje para no provocar un mal entendido con su interlocutor aunque la ironía suele utilizarse generalmente cuando se está seguro de que el receptor del mensaje va a entender correctamente la idea.

La ironía es también muy utilizada hoy en día para hacer una crítica sobre algo y de esta manera llamar la atención y denunciar de manera implícita alguna situación. Por ejemplo: las calles de Madrid cada día están más limpias, se nota a los ciudadanos muy concienciados con el medio ambiente, como sigamos así no va a hacer falta barrenderos en la ciudad.

La ironía es también un recurso literario muy utilizado por algunos autores como Oscar Wilde o Francisco de Quevedo para llamar la atención del lector y provocar en algunos casos la carcajada.

La ironía puede convertirse en sarcasmo cuando la burla que debería ser divertida se convierte en un insulto, por ejemplo:

  • Que amable y agradable es tu hermano Pablo, siempre da gusto hablar con él
  • Hoy te ha llegado otra multa de tráfico, cada día eres mejor conductor