Los minerales son una materia homogénea inorgánica que podemos encontrar en la naturaleza y que como característica principal podemos señalar que no tienen una fórmula química definida, es decir, no tienen una composición de elementos predeterminado ni una proporción de los mismos delimitada.
Existen más de 5.000 minerales distintos y podemos diferenciarlas y clasificarlas según su dureza, brillo, color, densidad, exfoliación, rayado, etc.
Dependiendo de su dureza encontramos por ejemplo minerales muy duros como el diamante o el corindón, muy difíciles de rayar, el primero de ellos solo puede ser rayado con otro diamante y minerales blancos como pueden ser el talco o el yeso que se pueden rayar manualmente.
Según el brillo, que es la característica que tiene un mineral de poder reflejar la luz y que depende entre otras cosas de la rugosidad del material. Debemos tener en cuenta que el brillo de un mineral debe estudiarse siempre utilizando los materiales adecuados como son una lupa adecuada o un microscopio y utilizando la luz del día. Los minerales más brillantes son los metálicos como la cuprita y los menos brillantes los denominados como mates como la pirolusita.
Otra característica es el color del mineral, ésta es una característica compleja porque depende de la composición del mineral. Algunos de los minerales tienen la cualidad de presentar diferentes colores o tonos como por ejemplo el cuarzo o la amatista. También podemos señalar que en algunos minerales el color cambia con el paso del tiempo o por cambios que se producen en el interior del mineral.
Con respecto a esta característica debemos señalar que el hombre ha intentado modificar esta peculiaridad en algunos minerales con ánimo de darles un valor y uso distinto como en el caso de los diamantes.
¿Para que utiliza el ser humano los minerales? Pues algunos se utilizan para la construcción de edificios, puentes, etc, como por ejemplo el yeso, otros se utilizan para la fabricación de joyas como el diamante y otros como el cobre para el cableado de alumbrado de calles.
Algunos de los minerales que podemos encontrar en la naturaleza se emplean prácticamente de la misma manera que se extraen, sin sufrir modificaciones como por ejemplo el azufre o la sal, sin embargo otros deben ser tratados por el hombre para poder ser útiles como puede ser el cobre o el aluminio. Algunos minerales los encontramos en la superficie pero para la extracción de otros muchos es necesario construir una minería subterránea a cientos de metros de profundidad para poder llegar a ellos.
