Llamamos recurso no renovable a un bien que nos ofrece la naturaleza y que el ser humano no puede fabricar o generar. Lo normal es que este tipo de bienes o recursos escasean ya que el hombre no tiene la posibilidad de ajustar la producción a la demanda lo cual se traduce en que en muchas ocasiones son consumidos o utilizados mucho más rápidamente de lo que la naturaleza es capaz de generarlos.
Un ejemplo de recurso natural es el petróleo, que es una mezcla de hidrocarburos que se localiza solo en algunos estados naturales y bajo tierra por lo que únicamente puede extraerse gracias a yacimientos subterráneos. Estas características hacen que sea un recurso no renovable pero muy demandado lo que implica un alto coste, ya que el valor económico está subordinado a su alta demanda junto con la insuficiente oferta. Esto se traduce en habitualmente los recursos no renovables son fuente de bienestar económico.
Debemos tener en cuenta que si un recurso no renovable se agota no tendremos la posibilidad de reproducirlo lo que supone que no volverá a estar disponible para el ser humano. La probabilidad de que esto suceda con algunos recursos es alta si no limitamos el consumo. Esta amenaza es punto de discusión entre ecologistas, políticos y científicos. Algunos creen que siempre existe la posibilidad de encontrar nuevas reservas de la naturaleza por lo que la posibilidad de que un bien no renovable se agote es mínima. Otros sin embargo creen que debemos contar solo con las reservas actuales y limitar el consumo para conservar el mayor tiempo posible este tipo de bienes.
Existen recursos no renovables tan comunes como el gas natural, imprescindible en muchas casas para cocinar o calentarse, el agua potable que bebemos a diario, el sodio que transformamos en sal común para cocinar o el níquel que utilizamos para fabricar monedas
Podemos decir que actualmente el océano nos ofrece una de las mayores fuentes de recursos no renovables que tenemos. Algunos de estos bienes cuentan con un ciclo de renovación muy por debajo del consumo humano, como es el caso de algunos recursos pesqueros.
En algunas ocasiones el ser humano se aprovecha de este tipo de recursos ofrecidos por la naturaleza para transformarlos en otros materiales o sustancias que el hombre puede usar en su vida cotidiana y se convierten así en imprescindibles ya que facilitan que trabajen las máquinas de las industrias, ayudan a la construcción de edificios, producen electricidad...