La sinécdoque es una figura retórica que se utiliza cuando queremos referirnos a algún objeto o aspecto genérico pero nombramos solo una parte de ella porque entendemos que su referencia es suficiente para entender el mensaje.
Veamos un primer ejemplo:
El soldado levantó el acero con el ánimo de vengar la muerte de su compañero de batalla.
En esta frase se está utilizando el vocablo acero para hacer referencia a una espada hecha de ese material. La frase sin utilizar una sinécdoque habría sido: el soldado levantó la espada con el ánimo de vengar la muerte de su compañero de batalla.
También llamamos sinécdoque al efecto contrario, es decir a nombrar una parte de algo para referirnos a un todo. Un ejemplo de sinécdoque de este tipo sería:
A mi prima Teresa le han despedido. Se ha quedado en el paro y la pobre tiene 3 bocas a las que dar de comer.
Esta frase significa que Teresa se ha quedado sin trabajo, por lo tanto sin salario y con tres hijos a su cargo, la figura retórica sustituye la palabra bocas por la palabra hijos. La expresión sin sinécdoque sería: A mi prima Teresa le han despedido. Se ha quedado en el paro y la pobre tiene 3 hijos a las que dar de comer.
Gracias a la sinécdoque podemos señalar una cosa con el nombre de otra distinta pero que está relacionada semánticamente, podríamos por lo tanto decir que este recurso retórico es una clase de metonimia.
Otros ejemplos de sinécdoques
Cuando llegó la policía al lugar del atraco, los ladrones ya se habían marchado.
En esta oración estamos utilizando la palabra policía para referirnos a varios agentes que llegaron al lugar del atraco. La frase podría haberse dicho también de la siguiente manera: Cuando llegaron los agentes de policía al lugar el atraco, los ladrones ya se habían marchado.
En mi opinión, al hijo de mi vecina le faltan dos primaveras.
Lo queremos decir con esta frase el que al hijo de mi vecina parece más pequeño de lo que es realmente, es decir que si por ejemplo tiene 10 años parece que tiene 8 porque le cuesta entender algunas conversaciones cuando se habla con él y su actitud es infantil.
Te he dicho un millón de veces que los viernes salgo de trabajar a las 15.00h de la tarde.
Utilizamos esta expresión cuando queremos decir que hemos repetido muchas veces la misma frase sin que el receptor del mensaje parece que se de por enterado.