Un texto funcional es un tipo de escrito que tiene como principal objetivo cumplir una función comunicativa concreta. Es decir, su intención es transmitir un mensaje específico a un receptor con el fin de lograr una respuesta o acción determinada. Los textos funcionales son un elemento fundamental en la comunicación humana y se utilizan en diferentes contextos y situaciones.
Un ejemplo típico de texto funcional es una carta de presentación que se envía junto a un currículum para solicitar un trabajo. En este caso, el objetivo del texto es presentar al solicitante de manera atractiva y persuasiva, destacando sus habilidades y logros relevantes para el puesto en cuestión. De esta manera, el receptor (el posible empleador) puede tener una idea clara de las capacidades del solicitante y decidir si es adecuado para el trabajo.
Otro ejemplo de texto funcional es una nota informativa que se envía a los clientes de una empresa para informarles sobre un cambio en los horarios de atención al público. En este caso, el objetivo del texto es informar de manera clara y concisa a los clientes sobre el cambio de horarios, de modo que puedan planificar sus visitas de manera adecuada y evitar inconvenientes.
Un tercer ejemplo de texto funcional es una reseña que se publica en un periódico o en una página web para evaluar un producto o servicio. En este caso, el objetivo del texto es ofrecer una opinión crítica y constructiva sobre el producto o servicio en cuestión, destacando sus aspectos positivos y negativos. De esta manera, los lectores pueden tener una idea clara de lo que ofrece el producto o servicio y tomar una decisión informada sobre si comprarlo o no.
En general, los textos funcionales son una herramienta muy útil en la comunicación humana y se utilizan en diferentes ámbitos, como la educación, el trabajo, el ocio, etc. Son escritos que cumplen una función comunicativa específica y que, por lo tanto, requieren una estructura y un lenguaje adecuados para lograr su objetivo. Por ejemplo, un texto funcional puede ser una invitación a un evento, una instrucción de uso para un producto, una receta de cocina, etc. En cualquier caso, lo que distingue a un texto funcional de otros tipos de escritos es su intención comunicativa concreta y su estructura y lenguaje adaptados a esa intención.
En resumen, un texto funcional es un tipo de escrito que tiene como objetivo cumplir una función comunicativa concreta y lograr una respuesta o acción determinada por parte del receptor. Ejemplos típicos de textos funcionales son las cartas de presentación, las notas informativas y las reseñas, aunque pueden ser muchos otros tipos de escritos según la situación y el contexto en que se utilicen.
