Los valores son características o cualidades de alguien o de algo que le pueden pertenecer desde el mismo día que nació o desde el mimo momento en que se originó o que puede ir desarrollando a lo largo de su vida. En el caso de los seres humanos, los valores son principios o creencias que nos van indicando a lo largo de nuestra vida como debemos actuar frente a ciertas situaciones o personas, son reglas no impuestas que nos indican en muchas ocasiones el camino que debemos seguir, la opción que más correcta a tomar o las palabras que debemos decir en un momento determinado.
Los valores de cada persona pueden ser distintos aunque es común que un grupo de personas que convive dentro de un mismo grupo (podemos poner el ejemplo de una familia) tenga unos valores muy similares y por lo tanto sirvan para organizar las prioridades de cada ser humano.
Gracias a los valores una persona desde muy corta edad, puede distinguir entre el bien y el mal, lo que es correcto hacer y lo que no, la dirección que debemos seguir.
Ejemplos de tipos de valores:
- Valores morales: son los que desarrolla cada persona a lo largo de su vida y que depende muchas veces de sus habilidades y de su experiencia. Podemos tomar como ejemplo de valores morales, la honestidad o la lealtad.
- Valores personales: son los que posee cada persona de manera individual, y le van indicando qué camino tomar y que decisiones tomar en cada momento. Un ejemplo de este tipo de valores es la responsabilidad o la justicia.
- Valores materiales: se refieren a aspectos necesarios pero básicos para las personales como por ejemplo, la comida y la bebida o la vivienda.
- Valores culturales: son los valores que tiene cada grupo de personas o sociedad y que indica a cada persona la forma de actuar dentro de un colectivo como por ejemplo el respeto o la amistad.
- Los valores individuales o comunes no son inalterables ni inamovibles en la escala de preferencias de un individuo, pueden ir cambiando a lo largo de la vida de cada persona, son moldeables y algunas incluso pueden aprenderse, un ejemplo de esta afirmación podría ser la diferencia entre las prioridades en los valores de un niño de 10 años y un adulto de 30 años, también dependerán del entorno en el que se desarrollen.